La Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género fue la última reminiscencia del Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad, degradado por el Gobierno en su proceso de eliminación. La responsable del área, Claudia Barcia, renunció luego de ser informada de la disolución. «Recibí una llamada de WhatsApp a las 19:57 horas del miércoles, donde se me comunicó que la Subsecretaría dejará de existir. Por ello, presento mi renuncia indeclinable», manifestó Barcia en su carta de dimisión.
La postura del Gobierno de Javier Milei
El presidente argentino, Javier Milei, anunció el cierre del ex Ministerio de la Mujer, señalando que esta entidad fue creada por la administración anterior con fines políticos-partidarios. «Fue utilizado para propagar una agenda ideológica, contratar militantes y organizar charlas y eventos», indicó el Ministerio de Justicia en un comunicado oficial. La administración Milei también argumentó que el ministerio no logró reducir el índice de feminicidios en el país, con un promedio anual de 245 casos.
El comunicado oficial detalló: «En diciembre de 2023, el Gobierno Nacional dispuso que el Ministerio de Mujer, Género y Diversidad se transformara en una Subsecretaría mientras se completaba su cierre. Hoy, resolvimos su eliminación definitiva». Además, justificaron la decisión por la superposición de funciones con otras agencias gubernamentales, lo que implicaba un exceso de mantenimiento de edificios y una plantilla de más de 800 empleados.
El comunicado:
«En línea con el mandato del Presidente Javier Milei de achicar el tamaño del Estado y eliminar los organismos politizados, en diciembre de 2023 el Gobierno Nacional dispuso que el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades se transforme en una Subsecretaría mientras se completaba su cierre. Dicha dependencia pasó a la órbita del Ministerio de Justicia y hoy se resolvió su eliminación definitiva.
Este organismo fue creado y utilizado por la administración anterior con fines político-partidarios, para propagar e imponer una agenda ideológica, contratar militantes, y organizar charlas y eventos. Ninguna de sus acciones concluyó en la baja del indice del delito. Por el contrario, el pueblo argentino fue testigo de su sesgo ideológico en la defensa discriminatoria de las víctimas.
Como resultado de la auditoría interna del Ministerio, se detectó que en el área de la Subsecretaría de Género existía una clara superposición de funciones con distintas agencias gubernamentales que se dedican a la misma tarea. Ello implicaba un sobre mantenimiento de edificios, estructuras y más de 800 empleados, con distintos sueldos. Dinero que al Estado argentino no le sobra.
Esta decisión responde a nuestro compromiso con la transformación, eficientización y reducción del Estado, continuando siempre con la defensa y protección de la ciudadanía contra la violencia.»
Reacciones y críticas
La clausura de la Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género generó diversas reacciones. La marcha «Ni una menos», realizada recientemente, fue una clara manifestación del rechazo popular a las reformas del Ejecutivo. Sectores extremistas exigieron la declaración de «emergencia nacional» por la violencia machista y criticaron las políticas restrictivas en materia de género del actual gobierno.
Las estadísticas de violencia machista en Argentina se mantienen alarmantemente estables. En lo que va del año, se han registrado 127 casos de violencia machista, incluidos 114 feminicidios, tres lesbicidios y un travesticidio. Desde 2014, el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema ha contabilizado un promedio de 245 asesinatos por año, lo que indica que los esfuerzos para reducir esta violencia han sido insuficientes.
La Subsecretaría, que contaba con alrededor de 800 empleados, se encargaba de acompañar y proteger a las víctimas de violencia machista, además de desarrollar acciones de reparación y acceso a la justicia. Sin embargo, el gobierno de Milei afirmó que «las misiones fijadas por la Ley y las Convenciones Internacionales seguirán cumpliéndose en el seno de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y otras en el ámbito de la Secretaría de Justicia«.
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La visión del Gobierno sobre la eficiencia y reducción del Estado
El cierre de la Subsecretaría se enmarca en el objetivo declarado por el Gobierno de Milei de reducir el tamaño del Estado y eliminar organismos considerados politizados. El Ministerio de Justicia destacó que «esta decisión responde a nuestro compromiso con la transformación, eficientización y reducción del Estado, continuando siempre con la defensa y protección de la ciudadanía contra la violencia».
En definitiva, la eliminación de la Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género representa un cambio significativo en la política de género en Argentina. El debate sobre la eficiencia del Estado y la protección del derecho a la Mujer sigue abierto, y las consecuencias de esta decisión aún están por verse.