Carlo Acutis nació en Londres en 1991 y creció en Milán. Desde chico mostró una pasión única por la informática. Aprendió solo a programar, diseñar sitios web y editar videos.
No usó la tecnología para el ocio, sino para evangelizar. Creó un sitio web con más de cien milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia. También ayudó a su parroquia y a distintas obras de caridad con su talento digital.
Carlo entendía Internet como un medio para hacer el bien. Repetía que “la Eucaristía es mi autopista al Cielo”. Asistía a misa a diario, rezaba el rosario y vivía su fe con alegría juvenil.
A pesar de ser un adolescente común, que disfrutaba del deporte y los videojuegos, su espiritualidad lo distinguía. Dedicaba tiempo y dinero a quienes más lo necesitaban. Su compromiso con los demás inspiró a sus compañeros, que lo llamaban el “ciberapóstol”.
La enfermedad que lo llevó a los altares
En octubre de 2006, Carlo fue diagnosticado con leucemia fulminante. Tenía solo 15 años. Recibió la noticia con serenidad y ofreció su dolor “por el Papa y la Iglesia”.
Murió el 12 de octubre de ese año en Monza. Sus restos descansan en Asís, la tierra de San Francisco, en el Santuario de la Spogliazione. Su cuerpo se conserva incorrupto, vestido con jeans y zapatillas, símbolo de su cercanía con los jóvenes.
Su fama de santidad se extendió rápidamente. En 2013 comenzó su causa de beatificación. En 2020, el Papa Francisco aprobó su primer milagro: la curación inexplicable de un niño brasileño con una enfermedad pancreática.
Un segundo milagro ocurrió en Costa Rica en 2022, cuando una joven se recuperó de un grave accidente cerebral tras encomendarse a él. Ese hecho fue clave para su canonización.
Finalmente, el 7 de septiembre de 2025, Carlo Acutis fue declarado santo en una ceremonia multitudinaria en el Vaticano. La Iglesia reconoció oficialmente al primer santo millennial, un joven que llevó la fe al mundo digital.
El legado digital de un santo del siglo XXI
Veinte años después de su muerte, su historia sigue inspirando. Miles de peregrinos viajan a Asís cada año para visitar su tumba y pedir su intercesión.
El santuario donde reposa transmite en vivo por webcam, permitiendo que miles lo acompañen virtualmente desde todo el mundo. Un gesto simbólico para quien usó Internet como puente hacia lo divino.
Carlo se convirtió en un fenómeno global. Su vida inspiró documentales, libros y millones de publicaciones en redes sociales. Muchos lo consideran el patrono del mundo digital y de los jóvenes católicos.
En Argentina, su devoción crece con fuerza. En Chacras de Coria, Mendoza, se construye el primer santuario del mundo dedicado a él. Tendrá una arquitectura moderna y recursos multimedia para acercar su mensaje a la juventud.
El último 12 de octubre, la misa en su honor convocó a cientos de fieles. Todos celebraron la vida del “santo tecnológico” que demostró que la fe puede convivir con la innovación.
A dos décadas de su partida, San Carlo Acutis sigue recordándonos que la santidad también puede vivirse frente a una pantalla. Su frase más recordada resume su esencia: “Nuestra meta debe ser el infinito, no lo finito”.
Nació en 1991 en Londres, pero creció en Milán.
— Riqueza con propósito (@RiqProposito) September 7, 2025
Hijo único, vida cómoda.
Desde pequeño mostró una fe inusual para alguien de su edad.
Con solo 7 años, pidió hacer su Primera Comunión. pic.twitter.com/4ZncW7J3bz


