A orillas del Río Sena, diferentes líderes mundiales y figuras deportivas se congregaron para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a Javier Milei, acompañado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Compartieron la ceremonia junto a mandatarios de más de 130 países en este evento histórico.
El esperado encuentro entre mandatarios
La reciente conversación entre Javier Milei y Emmanuel Macron fue el centro de atención en el país. El “episodio desafortunado” relacionado con el posteo de la vicepresidente Victoria Villarruel en defensa de la Selección fue discutido. Macron agradeció la intervención de Karina Milei, quien aclaró que la postura de Villarruel no representaba al gobierno.
El mandatario francés dio la bienvenida a los líderes con un mensaje en redes sociales, compartiendo una foto de todos los participantes. En la apertura del evento, la delegación argentina, el 12.º equipo en desfilar, entonó un cántico emocionante: “Vamos, vamos Argentina, vamos, vamos a ganar…”.
La delegación argentina en la ceremonia
Los abanderados de la delegación argentina fueron Luciano De Cecco (voleibolista) y Rocío Sánchez Moccia (jugadora de hockey). Ambos expresaron su honor al llevar la bandera. La ansiedad previa a la competencia se mezcló con la emoción de participar en una ceremonia única junto al Río Sena. De Cecco describió la experiencia como “hermosa” y “una oportunidad inigualable”.
“Los dos competimos mañana y esa ansiedad se empieza a sentir. No sabía mucho (de la ceremonia en el Sena). La verdad que es increíble, no me tocó nada parecido, siempre fue caminar por un estadio. Va a ser súper especial, particular y algo mágico”, expresó Sánchez Moccia
La tradición se mantuvo con Grecia abriendo la ceremonia, seguida por la delegación de refugiados. El orden alfabético ubicó a Australia, que organizará los Juegos de 2032, y Estados Unidos, anfitrión para 2028, antes que Francia, que cerró el evento.
Con 205 delegaciones y más de 6.500 atletas, las embarcaciones navegaron 6 kilómetros por el Sena. Más de 300.000 espectadores presenciaron el espectáculo, mientras 1.500 millones de personas en todo el mundo sintonizaron la transmisión televisiva y otras plataformas. La ceremonia de apertura marcó un momento de unidad global, celebrando el espíritu olímpico y la diversidad de culturas y talentos que convergen en este evento excepcional.
