En su primer mandato como gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof adoptó una estrategia contraria a la retórica austera de Javier Milei. En lugar de la “motosierra”, aplicó un “inflador” de empleo público. Durante cuatro años, solicitó a la Legislatura bonaerense la creación de 70.804 cargos en diversos sectores de la administración estatal.
Informe sobre el personal
Los datos están documentados en las leyes de presupuesto aprobadas por el Parlamento bonaerense para los períodos 2021, 2022 y 2023. En su primer año de gobierno, Kicillof tuvo que ajustar la ley de 2019 debido a la falta de acuerdo durante la transición con María Eugenia Vidal (2015-2019). En 2024, la situación se repite: sin acuerdos con la oposición, no hay ley de Presupuesto.
El cálculo sobre los pedidos de designación de personal proviene de un informe elaborado por asesores del senador provincial Marcelo Daletto (Cambio Federal-UCR). Integra la comisión de Presupuesto y Reforma Política. Según el informe, al final del primer mandato de Kicillof, 709.974 empleados estatales se desempeñan en diversas áreas de la administración. El 90% de ellos se distribuye en la Dirección General de Escuelas (398.293), el Ministerio de Seguridad (117.356), Salud (62.490), el Poder Judicial (32.244) y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (31.977), donde funciona el Servicio Penitenciario.
Los técnicos que elaboraron el informe sobre el empleo público explican que cada uno de estos puestos está establecido en las leyes de Presupuesto. En cada confección de la ley, los ministros solicitan cupos para cubrir las necesidades de sus áreas, y estos deben ser aprobados por la Legislatura. Este desempeño podría hacer enrojecer a cualquier agencia de colocación. En promedio, durante los 1.460 días que ocupó la gobernación, el kirchnerista designó a 48,3 agentes diarios en ministerios, escuelas, hospitales, dependencias policiales y áreas penitenciarias.


