El Ministerio de Justicia de Argentina ha experimentado un cambio significativo con la renuncia de Diego Guerendiain. Era considerado la mano derecha del ministro Mariano Cúneo Libarona y lideraba la Unidad Gabinete. Aunque la renuncia se atribuyó oficialmente a “motivos personales”, fuentes cercanas al gobierno indican que existía un descontento con su desempeño, lo cual habría llegado a conocimiento del presidente Javier Milei.
La breve trayectoria de Guerendiain
Cúneo Libarona fue quien nombró a Guerendiain en su cargo. Había sido anunciado previamente como representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, un rol que nunca llegó a asumir. Tras varios meses, se designó al viceministro Sebastián Amerio para ocupar ese puesto clave. Esto marcó un giro inesperado en la estructura del ministerio.
Después de ser asignado a la comisión de inteligencia artificial del ministerio, Guerendiain fue reemplazado en cuestión de días por Fernando Horowitz, Director Nacional del Sistema Argentino de Información Jurídica. Este cambio abrupto se oficializó en el Boletín Oficial el 7 de mayo, lo que generó especulaciones sobre las razones detrás de la decisión.
Especulaciones sobre la renuncia
Los rumores sugieren que Guerendiain habría actuado de manera independiente, comunicándose con jueces en nombre del gobierno sin tener autorización para ello. Este comportamiento, especialmente en relación con el caso AMIA, habría causado malestar dentro del gobierno y fue una de las razones que precipitaron su salida.
La confirmación de la renuncia de Guerendiain llegó a través de tres fuentes distintas y se oficializó el 11 de mayo. En una carta dirigida a Cúneo Libarona, el funcionario expresó su gratitud por la oportunidad de servir en el ministerio y destacó la amistad de 30 años que lo une al ministro. También mencionó su compromiso con los objetivos y la transparencia de la función pública.
Proyectos para el Ministerio
Mientras tanto, Cúneo Libarona presentó en Viena ante la ONU el proyecto de reforma integral del Poder Judicial impulsado por el presidente Milei. El plan incluye la implementación del sistema acusatorio en procesos penales, la creación de un Régimen Penal Juvenil y leyes contra la mafia y la corrupción, delineando así los contornos de una profunda transformación judicial en Argentina.