En un escenario cargado de emociones, la selección argentina sub-23, dirigida por el ex jugador Javier Mascherano, vivió un debut agridulce en los Juegos Olímpicos de París. El enfrentamiento contra el equipo marroquí se convirtió en un torbellino de incidentes que dejaron a los espectadores atónitos.
La Argentina debutó dos días antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. El presidente Javier Milei, invitado por su par francés Emmanuel Macron, presenciará el evento. Sin embargo, el clima es tenso debido a la polémica por la transmisión en vivo donde el plantel mayor, tras ganar la Copa América, entonó cánticos polémicos que involucraban a los jugadores franceses.
Invasión del campo de juego
El estadio Geoffroy-Guichard se convirtió en un hervidero cuando el árbitro otorgó 15 minutos de alargue en el segundo tiempo. Los motivos detrás de esta decisión fueron los reiterados ingresos de hinchas al campo de juego, incluyendo a un niño con la camiseta argentina alternativa que buscaba una foto con Julián Álvarez.
Cuando la selección argentina logró el empate 2-2 en el minuto 105, comenzaron a llover botellas desde la tribuna colmada por marroquíes. Incluso se lanzó una bomba de estruendo cerca del banco de suplentes. La transmisión oficial evitó mostrar los disturbios al cambiar rápidamente a una toma aérea del estadio.
El partido se suspendió segundos antes del final debido al caos reinante. Dos horas después, el árbitro reanudó el juego, revisó la jugada del empate y anuló el gol argentino. En una zona techada del estadio, los familiares de los jugadores esperaban ansiosos saber si el encuentro se retomaría.
Del empate a la derrota
Sin embargo, lo que parecía un empate se transformó en derrota para la albiceleste. El árbitro sueco Glenn Nyberg, tras dos horas de deliberación, decidió reanudar el juego y anular el gol de Cristian Medina a instancias del VAR. A pesar de los tres minutos adicionales, el marcador final quedó en 2-1 a favor del equipo africano.
En las redes sociales, los argentinos expresaron su descontento con el resultado del debut de la Selección. También, consideraron como una injusticia el hecho de que no se haya tomado una decisión para sancionar las agresiones de los hinchas marroquíes. El mismo Lionel Messi publicó en sus redes sociales una palabra para definir el encuentro: “Insólito”.
