Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a seis años de prisión por administración fraudulenta. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.º 2 dispuso que la ex mandataria cumpla la condena en su domicilio. La medida incluye el uso de tobillera electrónica y supervisión periódica. Cristina fue notificada oficialmente el 17 de junio.
La defensa había solicitado la prisión domiciliaria. Argumentó su edad, estado de salud y condiciones de seguridad. Sostuvo que un encierro carcelario no permitiría garantizar su integridad. También alegó que fue víctima de un intento de asesinato. El informe socioambiental respaldó su residencia como lugar apto.
El Ministerio Público Fiscal, representado por Diego Luciani y Sergio Mola, se opuso al pedido. Consideró que no existían razones humanitarias para una medida excepcional. Aceptó la posibilidad solo si se colocaba una tobillera electrónica. Cuestionó los argumentos vinculados a su custodia presidencial.
El tribunal rechazó la mayoría de las objeciones de la defensa. Consideró que el intento de homicidio constituye un factor de riesgo especial. Evaluó que no puede garantizarse su seguridad plena en un establecimiento penitenciario. También desestimó la exclusión del dispositivo electrónico.
La prisión domiciliaria deberá cumplirse en un departamento ubicado en San José 1111, Ciudad de Buenos Aires. Cristina deberá permanecer allí, salvo causas de fuerza mayor. Tendrá un listado restringido de personas habilitadas para ingresar. El control estará a cargo de la Dirección de Ejecución Penal.
Cristina deberá usar tobillera y cumplir reglas estrictas mientras esté condenada. El tribunal estableció revisiones trimestrales para evaluar el cumplimiento. El fallo fue firmado por los jueces Gorini, Giménez Uriburu y Basso. La medida incluye dos palabras clave: Cristina y tobillera.


