Las crisis son recurrentes en la economía Argentina, pero la que le tocará enfrentar a Javier Milei no tiene precedentes. Las políticas económicas keynesianas y populistas de gobiernos anteriores lanzan estadísticas caóticas para el desarrollo de nuestro país. El mayor desafío de 2024 para el presidente estará en lograr una lectura acertada del panorama socio-económico del país, para llevar adelante medidas que apunten al crecimiento del PBI.
1. Déficit fiscal crónico
Una situación de déficit fiscal implica que “el gobierno gasta más de lo que recauda en ingresos fiscales”. para finales de 2023 e inicios de 2024, la Argentina cerraría con un déficit de 4,5 puntos del PBI.
La historia económica reciente del país refleja el poco apego a la disciplina fiscal que han tenido los sucesivos gobiernos, sin distinción de partidos. Una investigación del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) plantea que, solo en 6 de los últimos 62 años, la Argentina pudo tener un frente fiscal sano. Teniendo en cuenta el gasto primario y servicios de deuda, solo entre 2003 y 2008 hubo superávit fiscal.

2. Emisión monetaria constante
La emisión monetaria refiere a la creación del dinero en efectivo que circula en la economía de un Estado. El Banco Central de la República Argentina financió el déficit con emisión monetaria durante, en mayor o menor medida, los últimos 15 años. En 2023, la emisión fue de casi $5 billones, lo que implica un 47% de la base monetaria.
La emisión de moneda impacta en la inflación del país. “Mayor emisión monetaria significa una mayor producción de pesos… cuando hay más producción de pesos y la gente no demanda esos pesos, su valor tiende a caer”, explica Aldo Abram de la Fundación Libertad y Progreso. La pérdida del poder adquisitivo de la moneda provoca que, aunque los precios del mercado sean los mismos, los pesos valen menos, entonces no alcanza.

3. Alta inflación
La inflación es la suba generalizada de los precios de una economía a lo largo de un período de tiempo. Debido al nivel de emisión, la inflación de Argentina se mantuvo entre las más altas del mundo desde 2007. En 2023, estuvo por encima del 211,4% interanual, lo cual representa el registro más alto en 30 años.

4. Tarifas atrasadas
Las tarifas son precios que se exigen por el préstamo de un servicio público a los usuarios. La aceleración de la inflación no fue pareja en todos los rubros. Durante años, las tarifas de los servicios públicos no se actualizaron acorde a la inflación promedio y quedaron rezagadas.
En el caso del transporte, la distribución de energía eléctrica y gas natural, y los subsidios a los usuarios, implicará un gran desafío para el nuevo ministro de Economía. Debido al atraso de estas tarifas, ordenar las distorsiones de los precios podría llevar aumentos superiores al 400%.

5. Brecha cambiaria récord
La brecha cambiaria refiere a la diferencia entre una cotización oficial contra otras cotizaciones. En Argentina, la diferencia entre el dólar oficial y el informal está en niveles récord por la presión constante sobre el precio del dólar, que se explica por la pérdida de poder adquisitivo del peso.
En enero de 2024, Javier Milei llegó a bajar la brecha a 8%, y luego creció a 25%. El analista financiero Salvador Vitelli explica que: “El partido no está terminado en lo que hace a la brecha que subió de 8% a 25% y pone en jaque la intención de devaluar y bajar brecha. El mercado no termina de convalidar esta idea, más allá de que la brecha sigue baja”.

6. Reservas negativas
Las reservas representan una fracción de los depósitos de los clientes, que los bancos deben dejar obligatoriamente inmovilizados en el BCRA. La necesidad de intervenir en el mercado de cambios oficial para sostener el precio del dólar derivó en una pérdida constante de reservas internacionales, que cerrarán el 2023 en el nivel más bajo de la historia.

7. Deuda atada al dólar en ascenso
El Banco Central empezó a ofrecer una forma de endeudamiento en moneda extranjera que se cancela en moneda local para que las empresas puedan cubrirse frente a una eventual devaluación y así reducir la demanda de dólares. Se trata de las Lediv, letras internas que se ajustan a la variación del dólar oficial.
Esta medida proponía otorgar cobertura a empresas calificadas ante la imposibilidad de acceder al mercado para pagar importaciones. Sin embargo, se convirtió en una complicación a nivel gestión económica del gobierno, ya que el stock del instrumento se duplicó y provocó un shock devaluatorio. Esta deuda casi se triplicó en los últimos dos meses del año 2023.

8. Gasto público insostenible
El gasto público son todas las erogaciones del Estado. En Argentina se encuentra por encima del promedio de hace 20 años. Para financiarlo, el Estado, además de tomar deuda o recurrir a la emisión monetaria, aumentó la presión tributaria hasta el punto de dificultar el crecimiento del sector privado y la generación de empleo.

9. Pobreza en aumento
Pese al crecimiento del gasto público en los últimos años, Argentina es el único país de la región en el que la pobreza aumentó entre 2011 y 2021. La economía de nuestro país se encuentra en un círculo vicioso desde hace tiempo. La asistencia social se multiplicó, generando más gasto público que, a su vez, impacta en mayor inflación.
El kirchnerismo implementó medidas económicas keynesianas que se basan en un Estado interventor en todos los ámbitos del mercado. Se llevó a cabo la distribución indiscriminada de los programas sociales, sin métodos de justicia que controlen la situación y aporten seguridad. Las políticas populistas de “repartir dinero” terminaron generando más pobreza.

10. Estancamiento económico
Cuando se habla de una economía estancada, se refiere a un crecimiento nulo o en porcentajes excesivamente bajos, generalmente motivado por una disminución del PBI y altos niveles de desempleo. En los últimos 50 años el PBI per cápita de América Latina aumentó 110% y el de Argentina apenas 15%. No hay posibilidad de bajar la pobreza sin crecimiento. Y Argentina no crece desde hace 13 años.



