Bajo la administración del Ministerio de Capital Humano, se está implementando un novedoso proceso que implica la instauración de un sistema de transferencia monetaria directa a los comedores, marcando un cambio sustancial en la forma en que se distribuyen los recursos. Esta medida buscaría ir en contra de los «gerentes de la pobreza». La iniciativa tiene como objetivo poner fin a la conocida «entrega discrecional de alimentos secos», sustituyéndola con el fin de eliminar intermediarios.
Mayores controles sobre los beneficios sociales
Este enfoque surge como respuesta a la movilización de las principales organizaciones sociales, quienes reclaman una distribución de mercadería más eficaz y oportuna en los comedores comunitarios. El Ministerio de Capital Humano, ha duplicado la ayuda alimentaria desde el inicio de su gestión, incrementando en un 75% el presupuesto asignado a las transferencias de dinero a los comedores. La intención es ampliar el universo de comedores beneficiarios, estableciendo contacto con diversas entidades, como Cáritas, iglesias evangélicas, la Cruz Roja, y comedores de larga data.
A partir de ahora, en lugar de comprar mercadería y confeccionar cajas de alimentos, el ministerio transferirá fondos a los comedores, permitiéndoles adquirir tanto alimentos secos como frescos (carne, verdura, huevo, leche, fruta). La transparencia en el uso de los fondos transferidos se garantizará mediante la rendición de gastos por parte de los comedores, quienes deberán justificar sus adquisiciones. Además, se llevará a cabo una exhaustiva auditoría presencial de los comedores que reciben asistencia alimentaria, con el objetivo de corroborar su existencia, controlar su funcionamiento, obtener el listado de beneficiarios y verificar la infraestructura para la cantidad de beneficiarios declarados.
La implementación de una tarjeta, en colaboración con el Banco Nación y el Banco Mundial, permitirá un seguimiento detallado de las compras, simplificará la administración para los comedores a través de la plataforma de Nación Servicios, y nominalizará a los niños y familias que asisten a los comedores. Este sistema busca cumplir con estándares internacionales de transparencia y, al mismo tiempo, cortar con la intermediación de los movimientos sociales.
La oposición militando
En contraste, líderes sindicales continúan movilizando las calles en oposición a las políticas gubernamentales y las recientes reformas propuestas. Dentro de los últimos casos se encuentre Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, quien denunció represión frente al Congreso durante la manifestación por la ley ómnibus. Afirmó que, a pesar de estar protestando pacíficamente, fueron violentamente agredidos, sufriendo golpes y patadas en la espalda. Expresó su preocupación por la continua represión, criticó la presencia excesiva de fuerzas de seguridad y llamó a la población a unirse en defensa de sus derechos. Advirtió que, de aprobarse la ley, la represión podría volverse cotidiana. A pesar de los incidentes, confirmó su buen estado de salud.
También Juan Grabois convocó a una concentración «pacífica» en respuesta a los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes cerca del Congreso. Criticó la actuación desmedida de las fuerzas de seguridad y llamó a la resistencia no violenta ante el amedrentamiento y la violación de la Constitución. A pesar de la coordinación entre los ministerios de seguridad, la manifestación, que incluyó a diversos grupos como el Polo Obrero, el PTS, el MTR Teresa Vive y el MST, se desarrolló inicialmente sin inconvenientes, pero los incidentes surgieron cerca de las 17 horas, aumentando la tensión en la zona del Congreso.
En busca de un cambio
La decisión del gobierno de avanzar hacia la transferencia directa de fondos a los comedores representa un paso significativo en la búsqueda de eficiencia y transparencia en la política alimentaria. Se espera que esta medida reduzca la demora en la entrega de mercadería a los comedores comunitarios y asegure que los recursos destinados alcancen a quienes más lo necesitan.
La determinación de cortar con la intermediación de las organizaciones sociales, liderada por el Ministerio de Capital Humano, refleja la posibilidad de un mayor control sobre la Tarjeta Alimentar, demuestrando la voluntad de transformar y optimizar la asistencia alimentaria en el país, marcando un hito en la política social gubernamental. Simultáneamente, la relación con los sindicatos refleja la creciente tensión en medio de las protestas y debates legislativos en Argentina, donde se entrelaza un escenario de conflictividad política, generando incertidumbre sobre la respuesta de los mismos ante las nuevas medidas.
