La tarde del sábado, el ex presidente Donald Trump salió al escenario del recinto ferial de Butler, Pennsylvania, al son de “God Bless the U.S.A.”. Saludó a un público entusiasta para iniciar su habitual discurso de campaña. Sin embargo, lo que prometía ser un acto político más, se transformó en una tragedia que sacudió a los Estados Unidos y el mundo.
Minutos después de su llegada, sonaron al menos cinco disparos. Trump se llevó la mano a la oreja mientras agentes del Servicio Secreto se apresuraban a rodearlo. Los miles de asistentes al mitin se agacharon en unísono, interrumpidos solo por algunos gritos. En medio de la confusión, Trump se levantó, rodeado por los agentes, y con la oreja sangrando. Antes de que lo lleven rápidamente a una camioneta negra, Trump alzó el puño al grito de “¡fight!”.
El fiscal de distrito local informó que el tirador y un espectador murieron en el ataque, mientras que otros dos espectadores resultaron gravemente heridos. El FBI identificó al agresor como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, residente en Bethel Park, Pennsylvania. Desde los medios de la campaña de Trump se emitió un comunicado poco después del ataque, asegurando que el ex presidente se encontraba «bien».

Repercusión internacional
Diferentes líderes internacionales expresaron su apoyo a Trump, calificando el ataque como un golpe a la democracia. Esta escena, aunque impactante, no es nueva en la historia de Estados Unidos. Desde su independencia en 1776, cuatro presidentes fueron asesinados mientras ocupaban su cargo, y otros tres fueron víctimas de atentados no mortales.
Todo mi apoyo y solidaridad al Presidente y candidato Donald Trump, víctima de un COBARDE intento de asesinato que puso en riesgo su vida y la de cientos de personas.
— Javier Milei (@JMilei) July 14, 2024
No sorprende la desesperación de la izquierda internacional que hoy ve cómo su ideología nefasta expira, y está… pic.twitter.com/iWN9Q7YFXX
Nel dibattito politico, in tutto il mondo, ci sono limiti che non dovrebbero mai essere superati. È un monito per tutti, indipendentemente dallo schieramento politico, per ridare dignità e onore alla politica, contro ogni forma di odio e violenza, e per il bene delle nostre… pic.twitter.com/SjqXckkw3H
— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) July 14, 2024
– Nossa solidariedade ao maior líder mundial do momento.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) July 13, 2024
– Esperamos sua pronta recuperação.
– Nos veremos na posse.
– Jair Bolsonaro. pic.twitter.com/cQr9e7rl3A
Presidentes asesinados en funciones
Uno de los asesinatos más recordados es el de Abraham Lincoln. El 14 de abril de 1865, un simpatizante confederado llamado John Wilkes Booth disparó al 16º presidente en la cabeza durante una representación en el Teatro Ford de Washington D.C. Lincoln falleció al día siguiente, dejando al país en un estado de duelo profundo tras la Guerra Civil.
A James Garfield, el 20º presidente, lo asesinaron en 1881. Charles J. Guiteau, un abogado, le disparó en la estación Baltimore and Potomac en Washington D.C. Garfield murió meses después debido a infecciones resultantes de la bala. Veinte años más tarde, William McKinley, el 25º presidente, fue víctima de asesinato en 1901 por el anarquista Leon Czolgosz durante una exposición en Buffalo, Nueva York.
El asesinato de John F. Kennedy en 1963 es quizás el más conocido. El 35° presidente de los Estados Unidos fue baleado mientras viajaba en una caravana por Dallas, Texas. Al presunto autor, Lee Harvey Oswald, se lo arrestó poco después del suceso. El asesinato de Kennedy sigue siendo objeto de debate y especulación hasta el día de hoy.
Otros políticos víctimas de atentados
Entre los presidentes que sobrevivieron a atentados se encuentra Theodor Roosevelt, quien fue baleado en 1912 durante un discurso en Milwaukee. Por fortuna, un documento de 50 páginas que llevaba en el bolsillo amortiguó el impacto de la bala. Esto le permitió continuar con su discurso durante 90 minutos antes de que pudieran trasladarlo al hospital.
Ronald Reagan, el 40º presidente, también sobrevivió a un intento de asesinato en 1981. John Hinckley Jr. le disparó afuera del Hotel Washington Hilton, hiriendo al mandatario y a otras tres personas. Reagan se recuperó rápidamente y retomó sus funciones poco después.
En 1972, el gobernador de Alabama y candidato presidencial George Wallace también fue víctima de un atentado. Ocurrió en un acto de campaña en Maryland y tirador, en este caso, fue Arthur Bremer. Las balas impactaron en el pecho y abdomen de Wallace, causándole una parálisis.
A diferencia de estos trágicos episodios, Donald Trump se encuentra sano y salvo tras el reciente ataque. Si bien aún queda mucho por investigar sobre el suceso y las motivaciones de Thomas Matthew Crooks, lo que está claro es que Trump forma parte del grupo de presidentes norteamericanos que fueron blanco para asesinos. Este acontecimiento, sin duda, tendrá un gran peso en las próximas elecciones en Estados Unidos, previstas para noviembre de 2024.


