Sacaron más de 700 mil votos

Izquierda: Ni Massa ni Milei para la segunda vuelta

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Tras finalizar quintos en las elecciones pasadas, desde el FIT le comunicaron a sus votantes que ninguna alternativa será apoyada desde el espacio.

El próximo 19 de noviembre se definirá quién será el próximo presidente de Argentina, en una segunda vuelta entre Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de Libertad Avanza, y la izquierda tomó una postura al respecto.

«Se trata de una reaccionaria institución creada por el pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín en 1994 para legitimar con una mayoría artificial al futuro mandatario, intentando obligar a quienes eligieron otras opciones a que voten por uno u otro, y así contar con un Ejecutivo más fortalecido para aplicar los designios del capital», remarcaron desde la izquierda.

Desde la izquierda, rechazamos esta falsa disyuntiva entre dos candidatos que representan los intereses de los poderosos y que no ofrecen ninguna salida favorable para los trabajadores y las trabajadoras. Por eso, llamamos a votar en blanco en este balotaje, como una forma de expresar nuestro repudio a esta falsa democracia y de prepararnos para las luchas que se vienen.

Por un lado, está Milei, el candidato ultraderechista que se autodenomina “libertario”, pero que en realidad defiende un programa de ajuste neoliberal y una agenda político-ideológica completamente reaccionaria y represora. Milei es el vocero de los sectores más concentrados del capital, que quieren profundizar la explotación y la precarización laboral, eliminar las conquistas sociales y los derechos humanos, negar el genocidio de la dictadura militar, criminalizar la protesta social, atacar a las mujeres y disidencias, y someter al país al imperialismo.

Milei contó con el apoyo explícito de Patricia Bullrich y Mauricio Macri, los referentes del PRO, que hoy se convirtieron en el principal aval del ultraderechista. Una muestra más de la falsedad del discurso “anti casta” y una orientación de amoldarse al establishment político y los lineamientos de la derecha más tradicional.

Desde la izquierda denunciamos siempre a la derecha que encarna Milei. La enfrentamos desde que surgió, sin naturalizarla. Cuando Myriam Bregman lo sindicó como “gatito mimoso del poder económico”, desnudó el verdadero carácter de Milei ante millones de personas en los debates presidenciales.

Allí Myriam denunció su negacionismo del genocidio, levantando bien alta la bandera de nuestros 30.000 compañeros y compañeras, mientras el resto de los candidatos callaba. También planteó el derecho de las mujeres y disidencias; y denunció el consenso extractivista, demostrando que todas las fuerzas políticas capitalistas, de una manera u otra, se subordinan al mandato del FMI y se alinean incondicionalmente con la política criminal de Israel contra el pueblo palestino, que hoy está causando una verdadera masacre en Gaza y Cisjordania.

Por otro lado, está Massa, el candidato oficialista que se presenta como una opción moderada y progresista, pero que en realidad es el principal responsable de un ajuste que hunde las condiciones de vida de las grandes mayorías trabajadoras.

Bajo su gestión como ministro de Economía, la inflación llegó a cifras que no se sufrían desde hace más de tres décadas, profundizando la caída del salario real, los haberes jubilatorios y planes sociales. Fue el mismo Massa el que implementó el 14 de agosto, a horas de las PASO, una devaluación del peso oficial a pedido del FMI y luego anunció una serie de medidas como parte de la campaña electoral (sumas fijas, devolución del IVA, la cuasi eliminación del impuesto al salario, etc.), que aun así no revirtieron la pérdida general de todos estos años, mientras que la inflación sigue en su espiral ascendente licuando los salarios y jubilaciones.

Según el propio INDEC luego de cuatro años de gobierno peronista, más de la mitad de los niños y niñas y adolescentes vive bajo la línea de pobreza. La desocupación alcanza al 11% y la precarización laboral al 40%. La deuda externa supera los 300 mil millones de dólares y el déficit fiscal ronda el 8% del PBI.

Como Milei, Massa no es una alternativa para los trabajadores y las trabajadoras según la óptica de la izquierda. Es un continuador del sometimiento al FMI y sus recetas de ajuste. Es un cómplice del consenso extractivista, que saquea los recursos naturales y contamina el ambiente. Es un aliado incondicional de la política criminal de Israel contra el pueblo palestino.

Sabemos que millones eligieron votar a Massa para impedir que avanzara el nefasto proyecto político, económico y cultural de Milei. Lo hicieron, en muchos casos, a pesar de conocer su trayectoria política, sus vínculos con el poder económico o sus posiciones derechistas en varios temas, como la llamada inseguridad. Solo el enorme temor al triunfo de Milei explica que muchos y muchas hayan decidido votar al candidato oficialista, que pasó del 21% al 36,6% de los votos, quedando con un holgado margen sobre el mal llamado “libertario”.

«De cara a ese balotaje, seguramente millones volverán a utilizar su voto para evitar un eventual triunfo del ultra reaccionario Milei. Comprendemos esta actitud, pero no la compartimos, ya que sería contribuir a fortalecer una opción contraria a los intereses de los trabajadores y de continuidad con el sometimiento al FMI», cerraron.

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