Avance tecnológico

Japón lanza un inodoro que detecta enfermedades con solo sentarte

Japón inodoro
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El dispositivo sanitario incorpora sensores y escáneres ópticos conectados a una app que no deja nada al azar.

En agosto de 2025, la empresa japonesa Toto presentó los primeros inodoros domésticos del mundo capaces de analizar automáticamente las heces y enviar reportes personalizados al teléfono móvil. Los modelos Neorest LS-W y AS-W no solo representan una innovación en confort sanitario, sino que integran un sistema óptico que permite el monitoreo de la salud intestinal en tiempo real.

El funcionamiento del dispositivo se basa en un escáner situado junto a la boquilla del bidet. Al sentarse el usuario, el sistema proyecta luz sobre las deposiciones mientras caen, midiendo parámetros como forma, consistencia, color, cantidad y textura superficial. Esta información se envía directamente a una app que permite visualizar patrones a lo largo del tiempo y recibir recomendaciones para mejorar el estilo de vida.

La startup japonesa SYMAX también forma parte de esta tendencia. Desde 2014 desarrolló un sistema de análisis automatizado de orina que se adapta a este inodoro made in Japón que cuesta alrededor de 10 dólares mensuales. Este dispositivo es capaz de detectar enfermedades crónicas como diabetes y gota con una precisión del 99 %. Los resultados se procesan con algoritmos propios y se muestran también en una aplicación móvil.

Otros proyectos internacionales refuerzan este tipo de desarrollos. Investigadores de la Universidad de Stanford diseñaron un prototipo que analiza orina y materia fecal, y que incluso identifica al usuario por huellas digitales o un patrón único del ano llamado “analprint”. Este sistema detecta condiciones como cáncer colorrectal, infecciones urinarias y enfermedades renales, con los datos almacenados de forma segura en la nube.

Japón sí, ¿y en Europa?

En el viejo continente, la Unión Europea financia el proyecto ablute, que permite el análisis inmediato de varios biomarcadores, incluyendo indicadores de cáncer, hipertensión y enfermedad renal. En paralelo, dispositivos en China, Corea del Sur y Estados Unidos incorporan sensores de color, inteligencia artificial y visión computacional para realizar diagnósticos precisos en el hogar.

Entre las aplicaciones clínicas más prometedoras se destacan el monitoreo de pacientes en tratamientos oncológicos, el seguimiento de adultos mayores con enfermedades crónicas y la prevención de brotes infecciosos. Incluso se proyecta su uso en ámbitos laborales, militares y de salud pública. Los datos recopilados permiten estudios longitudinales y la construcción de perfiles personalizados de riesgo.

A pesar del avance, el debate sobre la privacidad sigue presente. Aunque los desarrolladores aseguran que los datos son encriptados y almacenados de forma segura, la naturaleza íntima del monitoreo plantea desafíos éticos. Sin embargo, el objetivo declarado es convertir una acción cotidiana en una herramienta de salud preventiva accesible.

Con este inodoro, Japón se posiciona como líder en esta convergencia entre tecnología sanitaria y bienestar personal. Con precios que van desde los 3.300 hasta los 3.650 dólares, los nuevos inodoros inteligentes podrían marcar el inicio de una era en la que el control de enfermedades comience desde el baño. Y donde un simple inodoro japonés puede cambiar la salud personal y la salud global.

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