La iniciativa propone crear una nueva categoría de servicio público de pasajeros, denominada “Transporte por Plataformas Digitales” (TPD), como Uber, Cabify y Beat en la Ciudad de Buenos Aires, que se diferenciaría del servicio de taxis y remises.
¿Qué propone el proyecto de ley?
El proyecto, que lleva la firma del legislador Juan Francisco Nosiglia, plantea que los conductores de TPD deberán contar con una licencia habilitante otorgada por el Gobierno de la Ciudad, un seguro de responsabilidad civil, una revisión técnica periódica y un dispositivo de seguridad. El objetivo es
“garantizar el derecho a la movilidad de los habitantes de la Ciudad, promover la competencia y la innovación en el sector del transporte, proteger los derechos de los usuarios y los trabajadores, y preservar el medio ambiente”. Asimismo, se busca “generar una mayor oferta de transporte público, mejorar la calidad del servicio, reducir los costos y las tarifas, y aumentar la seguridad vial”.
El bloque argumenta que las plataformas digitales de transporte son una realidad que no puede ser ignorada ni prohibida. Además, sostiene que la legalización de Uber y otras empresas similares no implica perjudicar al sector del taxi, sino complementarlo y mejorar sus condiciones.
¿Qué opinan los taxistas y cómo reaccionaron ante el proyecto?
Sin embargo, el proyecto enfrenta una fuerte resistencia por parte de los taxistas, que consideran que Uber es una competencia desleal e ilegal que les quita trabajo y pone en riesgo su fuente de ingresos. Los taxistas han realizado numerosas protestas y movilizaciones contra Uber desde su llegada al país en 2016, e incluso han increpado e insultado a Lousteau en varias oportunidades por su postura favorable a la empresa.
El debate sobre la legalización de Uber en la Ciudad se da en un contexto de creciente demanda de transporte público por parte de los ciudadanos, que buscan alternativas más económicas y eficientes ante el aumento del precio del combustible, el transporte público y el estacionamiento.


