Un claro ejemplo es Horacio Rodríguez Larreta. Arrancó la campaña como precandidato a presidente. La derrota ante Patricia Bullrich en la interna lo dejó como candidato a Jefe de Gabinete de ese espacio, Juntos por el Cambio. Incluso, cuando el pato quedó tercero, detrás del tigre y el león, el jefe de gobierno porteño sonó como el elegido por Sergio Massa para el ministerio de Economía. Javier Milei arrasó en el balotaje, y nada de eso sucedió. Las elecciones tuvieron la cifra más baja de voto en blanco.
El ala más tibia de Juntos por el Cambio, bautizada por el actual presidente electo como «palomas», terminó sin vuelo. Los halcones fueron los victoriosos. Mauricio Macri fue el guía que más alto voló, y quien mejor panorama tuvo para mirar un horizonte cantado: un cambio verdadero, hacia la derecha. La sociedad quería un cambio.
El posteo del gato que sacudió a Morales
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) November 12, 2023
El gobernador de Jujuy quedó expuesto tras el tercer puesto de Bullrich en la primera vuelta. En una conferencia conjunta con Martín Lousteau, llamó a votar en blanco con una fuerte crítica a Javier Milei. Macri lo definió así: «País raro este, parece que Milagro Sala y Gerardo Morales van a votar al mismo», en referencia a Sergio Massa.
Elecciones con escasez de voto en blanco
Morales siempre tuvo afinidad con el hasta ahora ministro de Economía, y jamás desmintió los rumores que podría formar parte de su gabinete. Lousteau igual: su tibieza y pasado kirchnerista le pasaron factura. Ambos se mantuvieron neutrales de cara a las elecciones finales y el voto blanco en el balotaje (1,55%) fue más bajo que en las generales (2,18%).
Es más, Javier Milei se convirtió en el tercer presidente más votado de la historia argentina, detrás de Juan Domingo Perón e Hipólito Yrigoyen. Les salió todo al revés y quedaron expuestos ante la sociedad, que como se manifestó en las urnas, pidió un cambio a gritos.


