El 23 de junio de 2025, Donald Trump anunció un acuerdo de alto al fuego total entre Israel e Irán, poniendo fin a la llamada «Guerra de los 12 días». Según el comunicado oficial, la tregua se implementará de forma escalonada: Irán detendrá sus operaciones durante 12 horas y luego lo hará Israel, completando un cese de hostilidades de 24 horas que se considerará como el cierre formal del conflicto. La negociación fue liderada por el primer ministro de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.
El conflicto incluyó bombardeos de gran escala y ataques cruzados. Estados Unidos participó con ofensivas contra instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán, lo que generó la respuesta de Teherán con misiles sobre la base aérea estadounidense de Al Udeid, ubicada en territorio qatarí. Estas acciones elevaron la tensión en la región y atrajeron la atención inmediata de los principales actores internacionales.
¿Cuáles son las consecuencias inmediatas?
Tras el anuncio del alto al fuego, el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, y el asesor de seguridad Ali Shamkhani, afirmaron que el país mantiene intactas sus capacidades nucleares y advirtieron que “todas las opciones” siguen sobre la mesa. Una de ellas incluye el cierre del estrecho de Ormuz, paso estratégico para el transporte mundial de petróleo. Qatar, afectado por el ataque iraní a su base estadounidense, condenó el hecho, mientras que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos acusaron a Irán de violar el derecho internacional.
Por su parte, Israel continuó con operaciones militares hasta el lunes, focalizadas en objetivos de alto perfil en Teherán como la prisión de Evin y sedes de la Guardia Revolucionaria. Las autoridades locales reportaron al menos 430 muertos en Irán, en su mayoría civiles, mientras que Israel contabilizó 24 fallecidos. La comunidad internacional, incluida la ONU, la Unión Europea, Rusia y China, ha instado a las partes a mantener la tregua y reanudar el diálogo diplomático.
La situación continúa siendo incierta. Aunque el anuncio del alto al fuego entre Israel e Irán ofrece una pausa, persisten dudas sobre su sostenibilidad. Trump remarcó que el acuerdo es una oportunidad para estabilizar la región, pero la comunidad internacional advierte que, sin garantías, el fuego podría reactivarse en cualquier momento. La atención global sigue centrada en las consecuencias económicas y de seguridad que este conflicto podría seguir generando, especialmente en torno al petróleo y la estabilidad en Israel e Irán.


