En un dramático giro en el caso del atentado contra la ex vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, Fernando Sabag Montiel admitió haber planeado su asesinato. Durante su declaración, el acusado afirmó que su intención era matar a Fernández de Kirchner porque la considera «corrupta, roba y hace daño a la sociedad». También sostuvo que «cualquier persona siente lo mismo que yo».
Este miércoles, comenzó el juicio contra Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, conocidos como la «Banda de los Copitos». Se los imputó por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego.
El juicio, presidido por la jueza Sabrina Namer, se espera que se extienda entre seis meses y un año debido a la gran cantidad de testimonios programados. Hay cerca de 300 testigos, entre ellos el de la propia Cristina Fernández de Kirchner, quien también es querellante en la causa. La prolongada duración del juicio subraya la complejidad y la magnitud del caso, que ha capturado la atención pública.
La declaración del acusado
Sabag Montiel, de 37 años, reveló durante su declaración que tiene «estudios terciarios completos» en ingeniería industrial en la UBA, aunque dejó la carrera después de dos años. Al momento de su detención, trabajaba como remisero. Antes de entrar en detalles sobre el atentado, Sabag Montiel habló de su relación con Brenda Uliarte, otra de las acusadas.
En su testimonio, Sabag Montiel insistió en que su intención de cometer el atentado tenía «un tinte personal, más que un fin que pueda beneficiar a algún sector político». Aseguró que su motivación estaba relacionada con su percepción de las fallas del sistema judicial argentino. Afirmó que se sentía obligado a actuar debido a lo que consideraba una falta de acción por parte de la Justicia.
Durante su declaración, Sabag Montiel confesó abiertamente su intención de matar a la ex vicepresidente, afirmando: «Matar a Cristina. Yo la quería matar y ella (en referencia a Uliarte) quería que muera». Sin embargo, negó haber entregado el arma a Uliarte con la instrucción de que ella cometiera el asesinato. La describió más como una espectadora que como una cómplice activa.
Sabag Montiel también describió su preparación para el atentado. Explicó que visitó previamente la casa de Cristina Fernández de Kirchner «a vender copitos» y «a estudiar el panorama» para asegurar que las condiciones fueran favorables. A pesar de su planificación, mencionó factores que lo detuvieron en el momento del intento, como la presencia de una niña cerca de él. Además, acusó a Uliarte y a Carrizo de recibir dinero para «autoincriminarse» y agravar la causa. Negó cualquier organización conjunta para asesinar a la ex vicepresidente y describió su vínculo con Carrizo como meramente laboral y sin interés político.
