La necesidad de transformar la educación secundaria en Argentina se ha vuelto imperativa. Principalmente, en un contexto marcado por la reciente pandemia y el avance de la inteligencia artificial. Mariana Maggio es especialista en tecnología educativa y directora de la Maestría en Tecnología Educativa de la Universidad de Buenos Aires. Propone un rediseño de las prácticas educativas tradicionales para hacerlas más relevantes y atractivas. En una entrevista realizada en las oficinas de Ticmas, la experta analiza cómo integrar la tecnología en la enseñanza, renovar métodos de evaluación y responder a las expectativas de los estudiantes contemporáneos.
«En este mundo lleno de complejidades e incertidumbres, de riesgos, de guerras, de pandemias, nunca fue más necesario que hoy pensar en la educación secundaria»
Detectar las demandas actuales
La especialista subraya la importancia de la escuela secundaria en la formación de los jóvenes. Destaca que es un momento crucial para definir su futuro y permitirles acceder a la educación terciaria o universitaria, o entrar al mundo laboral. Según Maggio, una educación secundaria que no cumple con estos objetivos fracasa, ya que es el camino hacia una ciudadanía plena y una comprensión amplia del mundo.
Maggio enfatiza que, en una sociedad tan compleja, actualizar la educación es esencial. La pandemia exigió un replanteamiento de las condiciones en que se llevan a cabo las prácticas de enseñanza y aprendizaje, demostrando que las cosas podían ser diferentes. «Salimos distintos de la pandemia», asegura. Además, menciona que la irrupción de la inteligencia artificial generativa fue otro golpe significativo. Este avance tecnológico desafió el núcleo del sistema educativo clásico: la evaluación.
«La evaluación, tal como la conocemos, puede ser resuelta con inteligencia artificial generativa, y los estudiantes lo advierten rápidamente»
Promover proyectos innovadores
Frente a estos cambios, es crucial generar prácticas educativas que sean relevantes e inclusivas. La especialista resalta que los cambios en educación tradicionalmente toman tiempo. Sin embargo, la situación actual exige un replanteamiento inmediato para adaptarse a las nuevas realidades y mantener la seriedad y rigor en la educación.
También, en este aspecto, la pandemia mostró que era posible desarmar las prácticas tradicionales. Maggio destaca que la experiencia proporcionó los conocimientos necesarios para cambiar las condiciones y continuar educando de manera efectiva. Sin embargo, reconoce que la implementación de estas nuevas prácticas es compleja debido a las condiciones heredadas de un pasado en el que no se priorizaba este servicio.
La escuela secundaria es probablemente uno de los ámbitos del sistema educativo donde más se perciben las tensiones entre las prácticas tradicionales y las nuevas exigencias. Según Maggio, es necesario actualizar los diseños de las prácticas de enseñanza teniendo en cuenta las nuevas posibilidades que brinda la innovación tecnológica. Se debe considerar el tiempo, el espacio, el currículo y la evaluación desde una perspectiva renovada. La especialista concluye que solo así se podrá ofrecer una educación secundaria que responda a las necesidades y desafíos del presente, preparando a los estudiantes para un futuro incierto y complejo.


