Crisis en Núñez

Ultimatum a Gallardo: el vestuario de River estalló tras la cuarta derrota al hilo y el descargo de Brito

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River atraviesa su peor momento en años. Cuatro derrotas consecutivas, un vestuario quebrado y la figura de Gallardo bajo la lupa. Brito habló y encendió aún más la polémica.

El club River Plate vive uno de sus momentos más turbulentos. La historia, que en otras épocas era sinónimo de certezas futbolísticas, hoy está marcada por dudas, internas y urgencias. Con cuatro derrotas consecutivas en el torneo y la eliminación reciente de la Copa Libertadores, el ambiente en Núñez bordea el caos institucional y deportivo.

1. El contexto de la crisis

Cuando un club como River, acostumbrado a pelear siempre, encadena derrotas, el ruido deja de ser circunstancial para transformarse en terremoto.
La presión sobre el plantel y el cuerpo técnico se vuelve insoportable, porque la exigencia es máxima.
Los análisis no sirven si no vienen acompañados de resultados.
En este momento, los errores se observan con lupa: decisiones tácticas, alineaciones, manejo del grupo, rotaciones, desgaste físico.

El descenso en la confianza de los hinchas y las críticas mediáticas ya no son una alerta: son una realidad palpable.

2. El estallido interno: rumores, tensión y reproches

Que “el vestuario estalló” no es una exageración periodística. Fuentes cercanas al club cuentan que existe un clima de molestia con el DT, agotamiento mental de ciertos jugadores y cuestionamientos sobre quién debe tirar del carro en medio del desastre.

Algunas versiones indican que ya no se toleran excusas ni explicaciones: la presión para ganar es inmediata.
Los referentes del plantel están molestos por decisiones tácticas que no comprenden o no comparten.
Los juveniles sienten que deben cargar un peso excesivo en este momento.
Y los tiempos de diálogo se acortaron: lo que antes se discutía puertas adentro ahora se filtra hacia el exterior.

No es la primera vez que una crisis deportiva deriva en fuego amigo interno, y en River saben que el manejo emocional puede resultar tan decisivo como el cambio táctico en la cancha.

3. El rol de Brito: descargo, cartas al aire y presión al DT

El presidente Jorge Brito decidió salir al frente del escándalo. Habló públicamente del presente de River e instaló responsabilidades.

Brito admitió que cuando los resultados no están a la altura, es natural que los jugadores no rindan como se espera.
Señaló que factores como rotación excesiva, lesiones y convocatorias a selecciones complicaron la estabilidad del equipo.
A pesar de considerar que Marcelo Gallardo es el principal responsable del presente futbolístico, sostuvo que ningún dirigente ha planteado un cambio inmediato.
Y dejó una frase contundente: “Los silbidos se callan con goles y resultados”.

Con esas palabras, Brito no sólo intentó amortiguar la crisis pública, sino que lanzó una advertencia al cuerpo técnico y al plantel: hay una exigencia implícita de revertir ya el rumbo.

4. Gallardo en la cuerda floja: entre la historia y la tormenta

Marcelo Gallardo, figura histórica de River, ya atravesó éxitos holgados, crisis menores y embestidas externas. Pero esta ola podría ser una de las más duras.

En contra del Muñeco:

  • Su autoridad puede verse erosionada si no reconduce al equipo.
  • Esta racha alimenta rumores sobre su salida anticipada.
  • La duda ya circula: ¿será él quien decida su final o alguien lo empujará?

Lo que aún juega a su favor:

  • Su trayectoria y los títulos lo respaldan.
  • Parte del plantel todavía confía en su liderazgo.
  • Si logra recuperar el ánimo y sumar puntos, puede acallar críticas.
  • Los dirigentes, al menos por ahora, no buscan un cambio brusco.

Pero el margen de error es mínimo.

5. Los 45 días más tensos del ciclo

Brito marcó un plazo claro: “Se vienen 45 días en los que se juega el año”.
Esa frase no fue casual. Es el límite implícito para Gallardo. Si hasta fin de año no hay mejoras palpables, su continuidad quedará en jaque.

River necesita resultados inmediatos, pero también reconstruir algo más profundo: la confianza. El vestuario está golpeado, el clima interno es denso y las tribunas ya no perdonan.

6. El punto sin retorno

El ultimátum está sobre la mesa.
Gallardo sabe que un nuevo traspié puede cambiar su historia en el club.
Lo que hasta hace poco era una cuestión de estilo hoy es una cuestión de supervivencia.

River se enfrenta a una pregunta incómoda, de esas que marcan época:
¿estamos viendo el final del ciclo más exitoso de su historia… o el comienzo de su última resurrección?

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