Washington, D.C. — En una jornada cargada de simbolismo y contenido geopolítico, Gerardo Werthein, embajador argentino en Estados Unidos, y Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, se reunieron este lunes en el emblemático edificio Harry S. Truman del Departamento de Estado. El objetivo del encuentro fue definir la fecha del cónclave que mantendrán Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca, un gesto político que apunta a consolidar la alianza estratégica entre la administración libertaria argentina y el gobierno republicano estadounidense.
La cita tuvo lugar en el séptimo piso del edificio diplomático, y tras la reunión ambos funcionarios posaron para la tradicional imagen protocolar, bajo las banderas de ambas naciones. Acto seguido, Rubio partió hacia la Casa Blanca para participar de un evento encabezado por la primera dama Melanie Trump, mientras que Werthein mantuvo un encuentro reservado con su equipo para analizar los avances logrados.
Una alianza en tiempos de fractura regional
La reunión se inscribe en un contexto de fuerte fragmentación geopolítica en América Latina, acentuada por la guerra comercial que impulsa Donald Trump desde su regreso al Salón Oval. En este tablero regional, Argentina emerge como el principal aliado de Washington, en contraposición con otros actores clave como Brasil, México, Canadá, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay, sin contar las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En este escenario, Milei y Trump han tejido una agenda común que trasciende los gestos y se materializa en posiciones diplomáticas convergentes en organismos multilaterales como la ONU y la OEA, una mirada alineada frente al terrorismo internacional —en especial tras el ataque de Hamas contra Israel— y una postura inflexible contra los regímenes de Maduro, Díaz-Canel y Ortega.
Rubio y Werthein: afinidad personal y visión común
La sintonía entre Werthein y Rubio excede lo institucional. El secretario de Estado, de origen latino y conocedor de la realidad argentina, ya había mantenido contacto con Milei incluso antes de su nombramiento formal. Consciente de las urgencias económicas del país, Rubio ha colaborado —aunque fuera de su competencia directa— en las complejas negociaciones que lleva adelante el ministro de Economía Luis Caputo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El presidente Trump quiere dejar claro que, si usted es un amigo y un aliado, un socio de Estados Unidos, hay beneficios para su país y para su pueblo al hacerlo, y queremos entrar en términos de asociación”, expresó Rubio en la antesala del encuentro, dejando en claro el tono amistoso y estratégico que dominó la reunión.
Agenda bilateral y desafíos comerciales
Además de acordar la fecha del encuentro entre Milei y Trump —que se ubicará entre el reciente entendimiento con el FMI y las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, previstas para el 18 de mayo—, el canciller argentino propuso avanzar en un ambicioso acuerdo comercial con Estados Unidos. La iniciativa, que busca relanzar la relación bilateral, enfrenta el desafío de las políticas proteccionistas impulsadas por Trump, aunque desde Buenos Aires consideran viable su coexistencia con la permanencia argentina en el Mercosur.
Brasil, liderado por un Lula da Silva enfrentado ideológicamente con Milei y Trump, se muestra reticente a esta posibilidad. La tensión entre ambas visiones podría redefinir el equilibrio regional.
Terrorismo, Venezuela y la seguridad hemisférica
Durante el encuentro también se abordó la situación institucional en Venezuela. Tanto Washington como Buenos Aires insisten en la necesidad de una transición democrática que ponga fin al régimen de Nicolás Maduro. En paralelo, la administración de Milei busca destrabar la situación de cinco opositores venezolanos refugiados en la embajada argentina en Caracas, y reclama información por la desaparición del gendarme Nahuel Gallo.
Otro punto central fue la cooperación bilateral frente a la amenaza del terrorismo internacional. Argentina y Estados Unidos comparten información sensible sobre la presencia de Hezbollah en la Triple Frontera, Brasil y Bolivia, en el marco de operaciones vinculadas a Irán. Con ciudadanos argentinos y estadounidenses aún retenidos por Hamas en Israel, la lucha contra el terrorismo es un eje prioritario en la relación bilateral.
Un nuevo capítulo en la relación bilateral
El posible encuentro entre Javier Milei y Donald Trump en Washington marcará un hito en la política exterior argentina. Si se concreta como se prevé, será el primer presidente latinoamericano en ser recibido por el líder republicano desde su regreso a la Casa Blanca, una distinción que Milei buscará capitalizar en el plano interno y externo.
Con el respaldo de Rubio y el impulso de Werthein, el gobierno libertario avanza con paso firme hacia una redefinición de su estrategia internacional: menos multilateralismo, más bilateralismo; menos corrección política, más afinidad ideológica. Y, por sobre todo, una apuesta clara a una alianza que trasciende los gobiernos y se perfila como estructural.


