Zdero, se impuso en primera vuelta al actual mandatario provincial y líder del Frente Chaqueño, Jorge Capitanich, en las elecciones de Chaco 2023. Con el 99,83% de las mesas escrutadas, Zdero obtuvo el 46,13% de los votos, mientras que Capitanich alcanzó el 41,74%. De esta manera, el radicalismo volverá a gobernar la provincia después de años hasta 2027.
Los festejos en el búnker opositor y la contracara en el espacio oficialista
El triunfo de Zdero fue celebrado por los militantes de Juntos por el Cambio en el búnker que se montó en la capital de Chaco. Allí, se podían escuchar cánticos como: “Y ya lo ve, y ya lo ve, es para ‘Coqui’ que lo mira por tevé”. El gobernador electo estuvo acompañado por su compañera de fórmula, Silvana Schneider, su padrino político, Gustavo Valdés, actual gobernador de Corrientes, y Patricia Bullrich, candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, que viajó especialmente para compartir el momento. Horacio Rodríguez Larreta, no pudo estar presente porque tenía un compromiso en Nueva York.
Zdero agradeció el apoyo de los chaqueños y dijo que su desafío es “reparar la provincia para que los chaqueños vivamos mejor”. También afirmó que trabajará para tener una transición ordenada con el gobierno saliente y que cumplirá con sus compromisos con los docentes, los policías, los empleados públicos y la gente.
Por su parte, Capitanich reconoció la derrota pasadas las 21 horas, cuando el escrutinio de las mesas llegó al 60% y la tendencia ya era irreversible. En una conferencia de prensa, el actual gobernador felicitó a Zdero y le deseó lo mejor. También destacó que respeta la voluntad popular y que Chaco no es un feudo sino un Estado democrático en un sistema republicano y representativo de gobierno.
El impacto nacional de la elección chaqueña
Entre los factores que explican la derrota de Capitanich se encuentran la división del peronismo local, que presentó tres candidatos a gobernador; el corte de boleta que favoreció a Zdero; el desgaste de la gestión provincial tras mandatos consecutivos; y las esquirlas políticas del femicidio de Cecilia Strzyzowski.


