En un giro inesperado, el presidente Javier Milei, a través de la canciller Diana Mondino, ha solicitado una reunión con el presidente de Brasil, Lula da Silva. Tras un período de distanciamiento, la Casa Rosada se muestra optimista sobre la realización de la reunión. Sin embargo, no pueden olvidarse los cuatro meses de tensión entre ambos líderes.
Aunque inicialmente se consideraba improbable, el pedido de reunión marca un cambio pragmático en la política exterior argentina hacia Brasil. Además, este país es uno de nuestros principales socios comerciales. Este acercamiento informal, aún sin detalles concretos sobre el lugar y la fecha, rompe con la postura histórica del libertario. Especialmente, teniendo en cuenta la relación previamente tensa debido a la afinidad de Milei con Jair Bolsonaro, rival político de Lula.
Figuras clave en las negociaciones
Contarán con la presencia de figuras como Luis María Kreckler, posible futuro embajador en San Pablo, y el exembajador Daniel Scioli en reuniones diplomáticas. Lo cual sugiere un esfuerzo por parte de Argentina para facilitar el diálogo entre los presidentes. La decisión de Milei de distanciarse de los BRICS y su reticencia a establecer lazos con “países comunistas”, incluyendo el gobierno de Lula, había complicado las relaciones bilaterales desde el inicio.
La próxima reunión de jefes de Estado del Mercosur, programada para el 16 de julio en Asunción, podría ser la primera oportunidad para que Lula y Milei se encuentren, junto a otros líderes del bloque. La visita de la canciller Mondino y la designación de Daniel Raimondi como nuevo embajador argentino en Brasil son pasos hacia una mayor cooperación bilateral.
Nuevos nombramientos
La designación de Raimondi, hasta ahora representante argentino en la OEA, como embajador en Brasil, llena una vacante importante. Además, abre la puerta para que Sonia Cavallo, hija del exministro de Economía, asuma su posición en la organización en Washington. Este movimiento diplomático refleja la intención de Argentina de fortalecer su presencia y relaciones en la región.
El breve mandato de Raimondi en Washington, de solo tres meses, fue un arreglo temporal hasta la confirmación de Cavallo. Su traslado a Brasilia, formalizado por un decreto publicado en el Boletín Oficial, es un paso significativo en la reconfiguración de la diplomacia argentina bajo la administración de Milei.


