Sostenibilidad

Desafíos energéticos para el otoño más frío desde 1980

Gas Natural
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Las preocupaciones por el GNL influyen en el análisis sobre la necesidad del RIGI.

En medio de un otoño inusualmente frío, el gobierno argentino se encuentra lidiando con una fuerte demanda de gas. Desde 1980, no se había experimentado un otoño tan gélido, lo que ha generado preocupaciones sobre el suministro energético en el país. Para abordar esta necesidad urgente, se licitó un mayor volumen de Gas Natural Licuado (GNL) a precio de mercado. Sin embargo, los envíos de GNL se retrasan, lo que añade presión al sistema energético.

Es importante destacar que no existe ninguna deuda con las empresas contratistas que están construyendo el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK). Tampoco con aquellas involucradas en la Reversión del Gasoducto Norte. Este último proyecto busca invertir el flujo del gasoducto, abasteciendo al norte argentino con gas proveniente de Vaca Muerta, en lugar de depender de importaciones de Bolivia.

La herencia del gobierno

La nueva administración asumió con deudas heredadas de la gestión anterior. Los precios estaban desactualizados desde mayo de 2023. Además, había trabas burocráticas en el Sistema Integrado de Registro de Aduanas (SIRAS) para la importación de insumos esenciales afectaron la construcción de los gasoductos. Afortunadamente, estas dificultades se han normalizado.

Contrario a los rumores, el gobierno actual no frenó las obras en los gasoductos. Por el contrario, se regularizaron pagos por más de $30.000 millones. También, se destinaron recursos adicionales por otros $47.000 millones para acelerar la fase de terminación.

Prioridades y medidas

El primer tramo del GPNK y las plantas compresoras Tratayén y Salliqueló debieron haber finalizado en septiembre de 2023. Sin embargo, la prioridad de la gestión anterior, con el ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa, parecía estar en otro lugar, en lugar de garantizar el suministro de gas.

En cuanto a la Reversión del Gasoducto Norte, el gobierno anterior dejó sin adjudicar el primero de los tres tramos y no licitó los otros dos. La actual Secretaría de Energía, encabezada por Eduardo Chirillo, ha tomado medidas para licitar y adjudicar la obra, destinando más de $150.000 millones.

Además, se regularizó una deuda de USD 244.000.000 con el gobierno boliviano por importaciones de gas. Se pagaron USD 21.800.000 en intereses debido a la inoperancia de Sergio Massa y su equipo, quienes priorizaron ganar elecciones en lugar de cuidar el bolsillo de los argentinos. El gobierno anterior negoció una reducción en el gas importado justo para 2024. Sin embargo, con el otoño más frío en décadas, se espera que a finales de agosto llegue gas de Petrobras para contrarrestar la escasez temporal.

En resumen, las preocupaciones por la energía y, especialmente, el GNL cumplen un papel fundamental a la hora de analizar la necesidad del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), previsto en la Ley Bases. Es fundamental garantizar un suministro energético estable y sostenible para el bienestar de todos los argentinos, lo cual sí demuestra ser una prioridad para el gobierno actual.

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