En una jugada política, Patricia Bullrich ha decidido fortalecer su relación con figuras claves del gobierno de Córdoba. Durante su reciente visita a Córdoba, Bullrich mostró un acercamiento con el gobernador Martín Llaryora y el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros. En detrimento de Luis Juez y Rodrigo de Loredo, quienes han sido sus socios históricos en la región.
Juntos por Córdoba en extinción
Esta nueva “sintonía” entre Bullrich, Quinteros y Llaryora ha puesto en una posición incómoda a la extinta coalición Juntos por el Cambio. La alianza, que ha criticado con frecuencia la gestión de la seguridad en Córdoba, se ve ahora desplazada por la nueva estrategia de Bullrich. El malestar de Juez y De Loredo es palpable, especialmente después de que Quinteros, en las elecciones provinciales de 2023, bloqueara la posibilidad de unirse a Juntos por el Cambio al lanzar su propia candidatura.
Los vínculos de Luis Juez
La historia política compartida entre Quinteros y Juez se remonta a sus días en la Juventud Peronista. Sin embargo, la relación se tensó tras la división de Cambiemos en 2019. La estrategia electoral de aquel entonces resultó en una pérdida mutua para ambos bandos y en la victoria de Martín Llaryora en la Municipalidad. La reciente reunión en el hotel Quórum, organizada por Laura Rodríguez Machado, evidenció la fractura dentro del ex Juntos por el Cambio. Estuvieron ausentes Juez, De Loredo y otros líderes partidarios.
El Frente Cívico ha expresado su alivio por no haber sido convocado a la reunión privada. Señalaron las tensiones históricas entre Juez y los sectores que se unieron al PRO desde la UCeDe. La exclusión de figuras como el presidente del radicalismo, Marcos Carasso, y el presidente del PRO en Córdoba, Oscar Agost Carreño, subraya la creciente distancia entre los antiguos aliados.
Reconfiguración del panorama
La presencia en la reunión de seguridad de delegados de Oscar Aguad, del diputado nacional Luis Picat, y de varios intendentes del PRO y la UCR, indica una nueva construcción política en Córdoba. Estas divisiones en torno a las relaciones con el gobierno nacional podrían reconfigurar el panorama político provincial en los próximos meses.
