Aún no es Lionel Scaloni, pero Alberto Tiburcio Bertie Benegas Lynch, economista y político liberal, ocupa una banca en la Cámara de Diputados por la provincia de Buenos Aires desde 2023. Integrante de La Libertad Avanza, fue designado en octubre de 2025 como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, un puesto de enorme peso en la definición del rumbo fiscal del país. Primera experiencia para un puesto de mucha responsabilidad, como la del entrenador campeón mundial.
Su perfil combina formación académica y gestión privada. Egresado de ESEADE y con una maestría en Economía y Administración de Empresas con diploma de honor, trabajó más de dos décadas en corporaciones internacionales. Dirigió Universia Holding y coordinó la comunicación para 23 países entre 2008 y 2020.
Nació en 1967 en Buenos Aires y pertenece a una familia histórica del liberalismo argentino. Es hijo de Alberto Benegas Lynch (h) y nieto del fundador de ESEADE. Su apellido remite a generaciones dedicadas al pensamiento económico y político.
Cercanía con Javier Milei y ascenso en La Libertad Avanza
La relación entre el presidente Javier Milei y su padre fue decisiva para su llegada al Congreso. Milei considera al economista Alberto Benegas Lynch (h) un “prócer del liberalismo”, y esa afinidad familiar facilitó el vínculo con Bertie.
Desde su banca, Benegas Lynch se convirtió en una figura dialoguista dentro del bloque oficialista. Es conocido también por integrar la “banda presidencial” que acompaña a Milei en actos públicos: él toca la batería, su hermano Joaquín la guitarra y la diputada Lilia Lemoine los coros.
Su pensamiento político es marcadamente liberal y conservador en temas sociales. Defiende la reducción del gasto público, la eliminación de impuestos distorsivos y el libre mercado como motor de progreso.
Un debut en medio de la tormenta
El 14 de octubre de 2025 asumió la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, reemplazando a José Luis Espert, quien pidió licencia tras la denuncia por haber recibido fondos de origen dudoso durante la campaña de 2019.
El contexto era complejo: la oposición presionaba para frenar la aprobación del Presupuesto 2026 y el oficialismo contaba con sólo seis diputados en la comisión, frente a veinte de Unión por la Patria y siete del PRO.
Benegas Lynch presidió su primera sesión el 15 de octubre. Lo hizo con serenidad, intentando imponer orden en un ambiente tenso. Defendió la exposición del funcionario invitado sobre el proyecto de “Inocencia Fiscal”, al considerar que influía directamente en la recaudación prevista.
Pidió orden, mantuvo la calma y repitió frases que reflejaron su estilo: “¿Me ayudan a ordenar esto un segundo?” o “¿Podemos centrarnos en el Presupuesto, sí o no?”.
Su cruce con la diputada K Julia Strada
De la teoría a la práctica: conducción bajo presión
El nuevo presidente enfrentó interrupciones, cruces personales y reclamos de la oposición. Aun así, permitió intervenciones prolongadas cuando los diputados presentaban argumentos técnicos.
El radical Maximiliano Ferraro propuso establecer un plan metodológico para organizar las exposiciones. Benegas Lynch aceptó, mostrando flexibilidad, aunque advirtió sobre las dificultades logísticas con algunos funcionarios del Ejecutivo.
En el cierre, tras un cruce verbal y un insulto a un expositor, interrumpió la sesión pidiendo respeto y disculpas por los excesos. Su objetivo, dijo, es “preservar el orden institucional y garantizar un debate serio sobre el Presupuesto 2026”.
El “Scaloni del Presupuesto”
La comparación con Lionel Scaloni no es casual. Así como el entrenador asumió la Selección sin antecedentes y con escepticismo general, Benegas Lynch debuta al mando de una de las comisiones más exigentes sin experiencia previa en conducción parlamentaria.
Scaloni transformó dudas en resultados. Su liderazgo tranquilo y su trabajo en equipo lo llevaron a la cima del fútbol mundial. Benegas Lynch intenta aplicar esa misma lógica al Congreso: serenidad, método y respeto como herramientas para ordenar el juego político.
En lugar de gritar, escucha. En lugar de confrontar, negocia. Y como el DT que empezó “de interino”, sabe que cada sesión puede ser su final o su consagración.
Un rol clave en la estrategia económica de Milei
Su gestión al frente de Presupuesto será determinante para el Gobierno. Deberá articular con bloques opositores y lograr consensos que permitan aprobar el Presupuesto 2026, un documento central para consolidar la política de déficit cero que impulsa Milei.
Además, busca introducir una nueva dinámica: sesiones más técnicas, menos ideológicas y con foco en la eficiencia del gasto. Es un intento por profesionalizar el debate económico dentro del Congreso.
Como Scaloni con su equipo, Benegas Lynch sabe que el éxito no depende solo del talento, sino de la conducción. Y, sobre todo, de mantener la calma cuando la política se convierte en cancha embarrada.
Conclusión: liderazgo, método y oportunidad
El primer paso de Bertie Benegas Lynch al frente de la Comisión de Presupuesto lo muestra como un dirigente distinto. Sin estridencias, apuesta por la moderación, el orden y el debate técnico en un espacio donde abundan los gritos.
El paralelismo con Scaloni sintetiza su desafío: demostrar que la falta de experiencia puede compensarse con método, carácter y una mirada de equipo. Si logra conducir con equilibrio, puede transformar su debut en una etapa fundacional para la nueva generación liberal en el Congreso.
En un escenario polarizado, su liderazgo será puesto a prueba en cada votación. Pero como el entrenador que empezó en silencio y terminó levantando la Copa del Mundo, Bertie Benegas Lynch también busca su propio título: el del equilibrio fiscal y político en la Argentina de 2026.