Juan Grabois fue detenido en Recoleta durante la tarde del sábado. La intervención ocurrió tras una ocupación del Instituto Juan Domingo Perón. El lugar había sido cerrado por el Gobierno de Javier Milei. Participaron del ingreso unos 50 militantes y legisladores. Hubo gases lacrimógenos, forcejeos y desalojo.
La ocupación fue encabezada por Grabois. Lo acompañaban Natalia Zaracho e Itai Hagman, entre otros. Ingresaron al edificio en protesta por su cierre. Denunciaron el retiro de archivos y bustos de figuras históricas del peronismo. El operativo policial se desplegó minutos después.
Patricia Bullrich informó que el operativo fue parte de una orden directa. La ministra lo vinculó a una política de “tolerancia cero”. El Gobierno denunció daños al inmueble y “usurpación violenta”. Grabois fue trasladado a una comisaría en Lugano.
Durante su detención, el dirigente estuvo unas 12 horas privado de libertad. Su entorno denunció condiciones de encierro inadecuadas. Afirmaron que no hubo imputación concreta. Grabois calificó el procedimiento como un intento de silenciar reclamos.
En paralelo, sectores del peronismo reclamaron su liberación. Dirigentes del PJ nacional repudiaron el operativo. Hubo comunicados desde bloques legislativos. Se denunció una escalada represiva. El hecho generó amplia repercusión en redes sociales.
Tras su liberación, Grabois habló desde Recoleta. Repitió críticas al cierre del Instituto. Insistió en que se intenta borrar símbolos del peronismo. Mencionó el trato recibido durante su detención. Y aseguró que su lucha continuará pese a la detención en Recoleta.


