Mauricio Macri enfrenta un año crucial para la reconstrucción del partido. Su objetivo principal es mantener la independencia y evitar forzar un acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA). Aunque no descarta completamente una eventual candidatura propia, Macri se enfoca en potenciar al PRO a nivel federal. Por otro lado, Patricia Bullrich muestra una actitud muy diferente, con intenciones de permanecer en el círculo cercano de influencias del gobierno de Javier Milei.
El PRO como actor oficialista
Aunque formalmente el PRO no es parte del oficialismo, en la práctica actúa como tal. Esta situación se mantendrá, al menos, hasta 2025. La consustanciación entre el partido fundado por Mauricio Macri y La Libertad Avanza es casi total. A pesar de algunos díscolos que no se sienten representados por el programa libertario, ambos espacios se mueven políticamente en tándem. Esta alianza estratégica es crucial para ambas partes.
Alianzas y necesidad mutua
Macri basa su estrategia en los tres mandatarios amarillos: Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut) y Jorge Macri (CABA), junto a sus aliados Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis). Este equipo otorga al PRO un poder territorial mayor y evita diluirse con el liberalismo.
El gobierno de LLA necesita al PRO para construir legitimidad de ejercicio y asegurar la gobernabilidad. Los tres gobernadores amarillos, junto con dos aliados, y los bloques en el Congreso refuerzan la fragilidad institucional del presidente Milei. Sin este sustento, el Jefe de Estado no podría evitar una parálisis decisional absoluta.
Por otro lado, el PRO requiere de Milei debido a su falta de margen de autonomía. Los libertarios han eclipsado la agenda política y el electorado, dejando al PRO en un callejón ciego cuyo futuro está ligado al destino de esta administración.
Entre el respaldo y el cogobierno
Aunque Macri apoyará a LLA desde afuera, la clave para 2025 es mantener la delgada línea entre respaldo y cogobierno. Plantea la necesidad de otorgar formación a nuevos dirigentes y promover el surgimiento de nuevos liderazgos.
Para fortalecer el PRO, Macri creó una línea paralela liderada por el diputado Martín Yeza y el legislador porteño Darío Nieto. Su objetivo es reconstruir la identidad innovadora del espacio. Sin embargo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presiona por la fusión con LLA, lo que marcará el rumbo del partido.
El futuro del PRO en 2025 se define en este complejo entramado político, donde Macri deberá equilibrar alianzas, identidad y liderazgo. Bullrich, por su parte, deberá ceder en algunas cuestiones para priorizar el fortalecimiento propio del partido.
El horizonte político 2025
El horizonte político se proyecta hacia 2025, cuando el Congreso renovará la mitad de las bancas de Diputados y un tercio del Senado. El presidente Milei ha encomendado a su hermana, Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, la tarea de construir La Libertad Avanza a nivel federal. El objetivo es competir con un partido propio y no depender de sellos prestados, como ocurrió hasta 2023. Esto le otorgará autonomía en el cierre de listas y aprovechará su posición como Presidente de la Nación.
La Ciudad de Buenos Aires
En las legislativas de 2025, la Ciudad de Buenos Aires será un lugar de centralidad política. Además de renovar 13 diputados nacionales, los porteños elegirán a tres senadores para la Cámara Alta. La disputa por la senaduría citadina será el foco máximo de atracción y tensión política en los próximos meses.
En la Ciudad, LLA y el PRO ya han mantenido conversaciones con tono electoral. El jefe de Gobierno, Jorge Macri, necesita del bloque libertario para lograr el quórum y el número necesario para imponer su agenda política en la Legislatura porteña. La consustanciación con esa bancada es plena. Aunque aún es prematuro, hoy cada espacio construye políticamente pensando en 2025.
Las cartas de La Libertad Avanza
En los pasillos del PRO, no descartan que Patricia Bullrich pueda ser una carta que jueguen los libertarios para competir con un nombre de volumen político. Además, podría horadar el poder del macrismo en el PRO. ¿Y si, anticipando esa jugada, el que compite por su sello es el propio Mauricio Macri? Aunque el ex presidente no contempla ese escenario hoy, en su partido ya se escuchan versiones en ese sentido.
