La reforma laboral presentada por el gobierno de Javier Milei incluye modificaciones al régimen de vacaciones. El texto actualiza el artículo 154 de la Ley de Contrato de Trabajo y redefine cómo, cuándo y bajo qué condiciones los empleados pueden tomar sus días de descanso.
El objetivo oficial es adaptar el sistema a las nuevas formas de empleo y dar mayor margen a la negociación entre empleadores y trabajadores.
1. Fraccionamiento de las vacaciones
Uno de los puntos centrales es la posibilidad de dividir el período de vacaciones en distintos tramos. Hasta ahora, el descanso debía tomarse en forma continua, pero con la reforma podrá fraccionarse a lo largo del año.
Cada tramo no podrá ser menor a siete días corridos. De esta manera, un empleado con 14 días de licencia podría optar por dos semanas en distintos momentos del año, siempre respetando el límite mínimo.
El cambio busca facilitar la organización de los equipos de trabajo y permitir que las empresas mantengan su actividad sin interrupciones prolongadas.
2. Mayor flexibilidad en el calendario
El empleador podrá otorgar las vacaciones en cualquier momento del año, incluso hasta el 30 de abril del año siguiente. Se elimina así la preferencia histórica por los meses de verano.
El esquema apunta a una mayor flexibilidad operativa y a una planificación adaptada a las necesidades productivas de cada sector.
No obstante, la norma mantiene una garantía: el trabajador deberá gozar de sus vacaciones completas en temporada de verano al menos una vez cada dos períodos, salvo que él mismo elija no hacerlo.
3. Notificación anticipada y nuevas obligaciones
La comunicación de las vacaciones deberá realizarse por escrito con una anticipación mínima de 21 días. En la notificación deben figurar la fecha de inicio, la cantidad de días y el período correspondiente.
Esta exigencia busca brindar previsibilidad al trabajador para organizar su descanso personal y familiar.
La reforma también establece nuevas responsabilidades para las empresas, como planificar el calendario vacacional, respetar el mínimo de una semana por tramo y garantizar el descanso estival cada dos años.
El impacto en las relaciones laborales
El Gobierno argumenta que el nuevo régimen introduce un sistema más moderno y flexible, adaptado a los distintos tipos de empleo. Según la presentación oficial, la medida busca equilibrar las necesidades productivas con los derechos del trabajador.
Sin embargo, algunos especialistas advierten que la discrecionalidad otorgada al empleador puede limitar la capacidad del trabajador para definir sus propios períodos de descanso.
Tres ejes para entender el cambio
La reforma laboral redefine el régimen de vacaciones en tres ejes principales:
- Fraccionamiento de los días en períodos de al menos una semana.
- Flexibilidad temporal, permitiendo tomarlos durante todo el año hasta abril.
- Notificación anticipada, con una comunicación obligatoria de 21 días.
Con estas modificaciones, el descanso anual pasa a regirse por un esquema más flexible, pero también con mayor responsabilidad administrativa por parte de las empresas y necesidad de planificación por parte de los trabajadores.


