Atravesamos un contexto de tensiones diplomáticas entre Argentina y España, debido a los cruces verbales entre el presidente argentino, Javier Milei, y el mandatario español, Pedro Sánchez. Ambos líderes encuentran beneficio en considerarse mutuamente como adversarios. La disputa, que ha generado fuertes declaraciones, se inscribe en una estrategia discursiva para mantener el apoyo de sus seguidores.
A pesar de los beneficios políticos/electorales para Milei y Sánchez, debemos cuestionarnos si esta rivalidad es positiva para Argentina y España en su conjunto. En muchos casos, estas disputas no afectan gravemente a los negocios entre países. Sin embargo, las tensiones políticas en España, con partidos de derecha y separatistas, superan las de Argentina. El líder de un partido catalán, prófugo y haciendo discursos desde Francia, influye en la estabilidad del gobierno español. En comparación, las controversias políticas en Argentina parecen meros chistes.
Impacto en las bases
El analista político Andrés Malamud compara la táctica de Milei con el “lulismo de manual”, observado durante la primera presidencia de Lula Da Silva en Brasil. Aunque Lula era moderado en política doméstica, su política exterior se caracterizaba por un tono altivo y activo. De manera similar, Milei utiliza la política exterior como plataforma para mantener a su base energizada.
Los cruces anteriores del presidente Javier Milei con Gustavo Petro y Nicolás Maduro siguen la misma lógica. Estos roces diplomáticos, aunque no tienen consecuencias económicas directas, generan audiencia y apoyo político: es “circo diplomático”.
“Milei apela a la política exterior para generar audiencia y que lo apoyen. Se trata de una declaración que no tiene costos económicos, que son los que importan en un país. Son roces útiles políticamente”, define Malamud
Construcción y disensos
La crisis diplomática entre Argentina y España no solo refleja estrategias políticas de los líderes involucrados, sino también los riesgos inherentes a las tensiones internacionales. Aunque Milei y Sánchez pueden beneficiarse de esta rivalidad retórica, es fundamental que ambos países mantengan canales de comunicación abiertos y busquen soluciones constructivas. La estabilidad y las relaciones bilaterales deben prevalecer por encima de las diferencias temporales.