El gobierno de Javier Milei ha comenzado una segunda etapa significativa con los recientes debates del Senado, marcando un hito en su administración libertaria. Con la Ley Bases obteniendo luz verde, aunque pendiente de ajustes en Diputados, el Ejecutivo dispone ahora de herramientas fundamentales para su gestión.
Modificaciones y el PJ debilitado
Entre los cambios más relevantes a la Ley Bases se encuentra el mantenimiento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la falta de reducción en la alícuota del Impuesto a los Bienes Personales. El 25 de junio se discutirán estos temas en comisión, con la intención de aprobarlos y llevarlos al recinto el 27 de junio.
Además, el peronismo parece políticamente debilitado frente a un conjunto de gobernadores cada vez más alineados con el gobierno. Este escenario podría conducir a una reconfiguración política y posibles fracturas dentro de los bloques tradicionales.
Buscando sustento económico
Con este éxito legislativo, la atención se desplaza ahora hacia la productividad del Poder Ejecutivo y su capacidad para implementar planes y reformas de la Ley Bases. En este contexto, se ha iniciado una negociación con el FMI para un nuevo programa económico, que podría incluir un préstamo de aproximadamente 8 mil millones de dólares.
El resultado de estas negociaciones ha sido favorable para el gobierno, logrando un consenso cercano a sus objetivos iniciales. Sin embargo, el proyecto debe regresar a Diputados, donde la parte fiscal genera preocupación debido a diferencias significativas con las expectativas del Ejecutivo y algunos gobernadores.
Las próximas negociaciones
Esta evolución representa tanto una oportunidad como un desafío para el gobierno, que ya no puede atribuir las dificultades al bloqueo de una “casta obstructiva”. La ley, aunque modificada, refleja en gran medida la visión original del Presidente Milei.
La reforma impositiva, uno de los proyectos más alterados, es un reflejo del cambio político impulsado por figuras como Guillermo Francos, recientemente nombrado Jefe de Gabinete. Su ascenso simboliza la apreciación del gobierno por las habilidades políticas y la gestión eficaz.


