Patricia Bullrich ha vivido un momento de alto perfil político al reunirse con Nayib Bukele, el presidente de El Salvador. Este encuentro, que tuvo lugar en la capital salvadoreña, ilustra la relevancia de la ministra de Seguridad en la escena política y su papel en la construcción de alianzas internacionales.
No es común que un ministro se reúna directamente con un presidente extranjero. Por lo general, estas interacciones son gestionadas por cancilleres o embajadores. Sin embargo, Bullrich, respaldada por el presidente Javier Milei, ha demostrado su influencia al dialogar personalmente con Bukele. Durante la reunión, ambos líderes discutieron asuntos de seguridad y política, explorando la gestión del líder salvadoreño en la lucha contra el crimen organizado.
Enfoque interestatal para la seguridad
Bullrich llegó a San Salvador el domingo, acompañada por una comitiva reducida de asesores y funcionarios de su círculo cercano. Además de la reunión con Bukele, la ministra visitó el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la cárcel más grande de América. También recorrió la Academia Nacional de Seguridad Pública. Su evaluación del estado del penal y la institución de seguridad fue parte fundamental de la conversación con el presidente salvadoreño.
El encuentro también abordó la actualidad argentina y el rumbo del gobierno de Milei. Bullrich firmó un convenio internacional con el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, buscando fortalecer la cooperación en la prevención y lucha contra la delincuencia organizada transnacional. Esta iniciativa representa un enfoque de trabajo interestatal para asegurar los estados contra los grupos criminales.
Mientras tanto, en Argentina…
Por otro lado, la foto con Bukele coincidió con una denuncia penal presentada por diputados nacionales de Unión por la Patria. La oposición cuestiona el accionar de la policía durante el debate en el Senado de la Ley Bases, donde se detuvo a 17 manifestantes en la plaza del Congreso. Amnistía Internacional también se sumó a la preocupación, presentando su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.