Escenario impositivo

El gobierno nacional deroga el Impuesto a las Transferencias de Inmuebles (ITI)

Caputo
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Esta medida beneficia principalmente a quienes vendan una propiedad adquirida antes de 2018.

En un paso significativo hacia la reforma fiscal, el Gobierno Nacional ha promulgado la Ley Bases. Esta fue aprobada en la Cámara de Diputados y posteriormente modificada en el Senado. Entre los cambios más destacados se encuentra la derogación del Impuesto a las Transferencias de Inmuebles (ITI).

Hasta ahora, los propietarios debían pagar el 1,5% del valor de venta de una propiedad adquirida antes de diciembre de 2017, siempre que no fuera vivienda única ni permanente. Por ejemplo, si alguien vendía una propiedad por US$100.000 que había comprado antes de 2018 y en la que no residía, debía abonar US$1500 en concepto de ITI, según el tipo de cambio oficial.

Carga impositiva en los inmuebles

Además de la eliminación del ITI, las nuevas reglamentaciones incluyen la declaración de emergencia pública administrativa, económica, financiera y energética por un año. También, la privatización de algunas empresas. Estas medidas buscan aliviar la carga impositiva en la venta de inmuebles. El impuesto ITI, vigente desde 1991 bajo la ley 23.905, ha sido objeto de debate y críticas durante años.

Es importante destacar que la derogación del ITI no exime a todos los propietarios del país de pagar impuestos por la venta de inmuebles. Desde 2018, el ITI coexistía con otro impuesto: el Impuesto a las Ganancias Cedulares. Este último grava la diferencia entre el precio de compra y el de venta, ajustado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y los gastos. Por ejemplo, si una propiedad se compró por US$100.000 y se vendió por US$130.000, el contribuyente debe abonar un 15% de la diferencia, es decir, US$4500, considerando los ajustes.

En proceso de desregulación

Sin embargo, la Ley Bases no deroga el Impuesto a las Ganancias Cedulares, sino únicamente el ITI. El escribano González Mantelli ilustra un posible escenario: supongamos que alguien compró dos cocheras en el mismo edificio, una en 2015 y otra en 2019, y ahora desea venderlas. Por la cochera adquirida en 2015, dejaría de pagar el 1,5% del valor en concepto de ITI. Pero por la que compró en 2019, debería liquidar el Impuesto a las Ganancias Cedulares.

En resumen, esta medida beneficia a quienes vendan un inmueble adquirido antes de 2018 (excepto vivienda única y permanente), al eliminar el ITI. Por otro lado, aquellos que vendan propiedades compradas a partir del 1° de enero de 2018 seguirán pagando el Impuesto a las Ganancias Cedulares. La reforma fiscal busca simplificar el sistema impositivo y aliviar la carga sobre los propietarios. Aunque algunos desafíos serán más lentos de resolver en el complejo entramado tributario argentino.

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