El presidente Javier Milei ha manifestado en reiteradas ocasiones su ambición de posicionar a Argentina como el cuarto polo mundial de Inteligencia Artificial (IA). Este objetivo se traduce en dos líneas de acción: la formación de expertos en IA y el desarrollo de la infraestructura necesaria para soportar centros de datos que atiendan la creciente demanda global. Con este propósito, a fines de mayo, Milei se reunió con líderes de las principales compañías tecnológicas de Silicon Valley, incluyendo a Sam Altman, director de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT. Los expertos analizaron las posibilidades de cumplir esta misión.
El desafío para los centros de datos
El plan de Milei para convertir a Argentina en un hub de IA se sustenta en la creación de centros de datos locales que no solo cubran la demanda interna, sino que también sirvan como trampolín para ofrecer servicios al exterior. Estos centros de datos albergan servidores de alto rendimiento. Son fundamentales para procesar y almacenar la inmensa cantidad de datos necesarios para el funcionamiento de la IA. Sin embargo, estos centros también representan un desafío considerable en términos de consumo energético y necesidad de refrigeración. Lo cual exige un enfoque sostenible.
El contexto internacional refuerza la relevancia de esta apuesta. Según el AI Index de la Universidad de Stanford, las inversiones en inteligencia artificial generativa alcanzaron los 25.200 millones de dólares en 2023, casi nueve veces más que en 2022. La tendencia indica que esta cifra continuará en ascenso. Esto abre una ventana de oportunidad para países como Argentina, que busca ingresar en este competitivo mercado global. Sin embargo, para lograrlo, es necesario un entorno favorable que incluya incentivos fiscales, libre circulación de divisas, condiciones meteorológicas adecuadas y una sólida base de talento calificado.
Factores estratégicos en el país
Uno de los pilares de esta estrategia es el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), que abarca a varios sectores, incluyendo el tecnológico. Además, el gobierno planea eliminar las restricciones cambiarias para facilitar la inversión extranjera. Sin embargo, aún no hay una fecha definida para este cambio. Con estas condiciones en mente, la pregunta clave es: ¿podría Argentina realmente convertirse en un centro mundial de data centers para IA?
La respuesta depende en gran medida de cómo se aborden los desafíos técnicos y energéticos que presentan estos centros. Según Alison Matte, líder en sostenibilidad de EcoStruxure IT en Schneider Electric, la adopción de IA está impulsando la demanda de energía en los centros de datos, que se espera crezca un 50% para 2025. La refrigeración de estos centros puede representar entre el 20% y el 40% del consumo total de energía. Este es un factor crucial, y aquí es donde la Patagonia podría jugar un papel estratégico gracias a su clima frío y sus abundantes recursos energéticos.
La región de Vaca Muerta en particular cuenta con una combinación de energías renovables y disponibilidad de gas natural. De esta forma, se presenta como un lugar ideal para la instalación de estos centros. Según Sebastián Novoa, gerente de Telecomunicaciones en IDC, Neuquén y Mendoza son las provincias más atractivas para este tipo de infraestructura. Esto se debe a sus condiciones climáticas y la posibilidad de utilizar gas localmente para generar energía sin necesidad de costosos traslados.
Además de la infraestructura, la disponibilidad de talento es un factor determinante para el éxito de esta iniciativa. Diego Alejandro Berardo, vicepresidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), destaca que Argentina cuenta con un capital humano altamente capacitado. Lo que le da una ventaja competitiva en el ámbito de la IA. Sin embargo, advierte que sigue habiendo una alta demanda de profesionales en la industria del software. Es necesario seguir formando talento para cubrir las crecientes necesidades del sector.
Competencia global por liderar la IA
Argentina no está sola en esta carrera. Países como Brasil y Chile también están invirtiendo fuertemente en infraestructura de centros de datos. Esto convierte a Sudamérica en una región clave en la competencia global por liderar en IA. Sin embargo, con una estrategia bien definida y el desarrollo adecuado de sus fortalezas, Argentina tiene el potencial de convertirse en un centro mundial de inteligencia artificial, ofreciendo una combinación única de talento, infraestructura y recursos naturales.